BAJO LA LÁMPARA

10- Hablar de pesca y meterse en (los) problemas

2020. 78 páginas. Formato 14 X 21 cm. PDF 2.78 MB. 

Este extenso material es, ni más ni menos, una secuela de la idea del Banco de problemas, expuesta en uno de los textos publicados el pasado año. De hecho, seguimos en su concepción el mismo orden y el enfoque de cada propuesta, si bien el tratamiento ha sido en cada uno de los casos, resultado de la más desembarazada libertad estilística.

¿Es un experimento? Probablemente lo es, al menos desde el punto de vista expositivo. Si las propuestas ya habían sido claramente mostradas en su modo más escueto y técnicamente argumentado, pues nada impedía intentar ahora los procedimientos del artículo, la crónica, el ensayo, incluso el cuento literario, como en “El siglo del boquigrande en la Isla del Coco”. En suma, mantener una línea de desafío al razonamiento, para intentar avances en argumentos cruciales destinados a perfeccionar el tema objeto de debate, revelar la condición de impacto ambiental de la pesca en sí y de la búsqueda de carnada, alineando el entendimiento del concepto de deportividad con las esencias ambientales del entretenimiento y, en el mismo sentido, dar luz a la necesidad de cuotas de captura científicamente argumentadas, a la conciencia de que se requiere un cuerpo de inspectores especializados y presentes en los escenarios, y a la eliminación de las exclusiones asumidas en silencio, sobre todo en las costas marítimas, supuestamente libres para la pesca por afición.

Corporeizar en palabras la importancia de generar, tanto variantes turísticas para el aficionado nacional, como ejecutadas bajo gestión de nacionales que no tienen por qué renunciar a tener clientes foráneos, contando con exigencias de calidad iguales para unos y otros, y reconocimiento de niveles adquisitivos marcadamente diferentes para los residentes del país. 

El reto es sostener el diálogo, revelar interioridades de un tema tan aparentemente intrascendente y en el fondo tan involucrado en cuestiones serias de pertenencia y  derecho. No sólo para el aficionado a la pesca, que podría ser tildado de fanático por alguien desinteresado en esa forma de recreación, sino para cualquiera que entienda que el derecho al disfrute de la naturaleza de su país, el compromiso a cuidar su medio ambiente, la capacidad de participar en la gestión económica, derivada o no del tema que tratamos, son versiones en todos los casos de la capacidad de ser un ciudadano y del derecho a su ejercicio con verdadera responsabilidad y compromiso.  

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