2017. 24 páginas. Formato A-4. PDF 1.58 MB.
La logística
del pescador aficionado, si se nos permite la agresividad del término, se
resiente entre nosotros de la falta de percepción de los sabios expertos del
área comercial del país, tal vez por la creencia de que la pobre relevancia del
surtido implícito no merita esfuerzos para propiciar la circulación de tales
productos, que no son ciertamente de primera necesidad. Eso, y la creencia de
que con la ayuda de amigos y familiares en el exterior es suficiente para tener
abastecidos a los pescadores aficionados cubanos.
Mal punto: La
falta de un mercado ordenado de avíos de pesca provoca en primer lugar
encarecimiento de la oferta, demandas insatisfechas, pésima estructura de
artículos respecto a las necesidades integrales del ramo, falta de orientación
a los clientes, que se va a reflejar en prácticas de pesca insatisfactorias o
francamente nocivas, cuando lo que busca
el ciudadano es monofilamento para preparar palangres y lo halla, usándolo como
si fuera una pesquería recreativa, y no encuentra en cambio monofilamento en el
rango de las veinte libras de resistencia para cobrar rabirrubias, o demora
meses en hallar quien le venda doscientos metros de la línea fina que necesita
para su carrete y vara de pescar a spinning.
En las Notas acerca de la comercialización de avíos
de pesca en Cuba, publicadas en 2017, destacamos la importancia económica
que a nivel internacional se reconoce a la práctica de la pesca
deportivo-recreativa, una parte de cuyo valor procede del mercado de artículos
para los aficionados a esta modalidad. Una buena cuota de ventas se halla en
las líneas, anzuelos y el la tecnología básica representada por varas y
carretes, pero créame que a esas líneas básicas se suman más y más renglones en
la medida en que la experiencia del
pescador aficionado y las posibilidades de acceso a pesquerías en el país se incrementan.
La “Síntesis
histórica” logra un acercamiento esencial a una etapa que los cronistas de los
últimos años obvian o tratan con evidente despego: la etapa previa a 1959,
cuyas experiencias pueden ser valiosas para fijar un patrón de calidad de servicio,
cuando de lo que se trata es de producción material y circulación mercantil, no
de horrores de la historia republicana. Logramos indagar cuales eran los
principales establecimientos a los que acudían los habaneros a comprar sus
avíos de pesca, y la oferta de muchos de ellos. Damos cuenta asimismo de la
reorganización de este comercio especializado, alrededor de los años setenta y
posteriores, las producciones artesanales con las que los aficionados suplían
sus necesidades al llegar el “período
especial”, y la oferta en la red de establecimientos en divisas (ya en
los noventa).
Una “Prueba
de terreno”, experiencia de venta de avíos de pesca por el autor, entre
diciembre de 1999 y abril del 2000, método de investigación que permitió
establecer la estructura de la demanda para el sector en la etapa en cuestión, acercamiento
que podría reforzarse más adelante,
cuando sean publicadas las encuestas realizadas en 1987 y en los primeros años
del siglo. Lo valioso del texto cuya lectura sugerimos es la sugerencia de
cuánto podemos hacer aun en el estudio de la afición a la pesca entre nosotros.
Usted, lector, puede que tenga algo más que aportar.
Acceder aquí:
https://drive.google.com/file/d/0B9Fj--6gEwG0LXZtLWcySlpMSUE/view?usp=sharing
No comments:
Post a Comment